sábado, 8 de diciembre de 2012

Capítulo 10: Atolladero


Kagami observaba a Hiyori, apoyado en la pared. La joven miraba a todas partes, nerviosa, pero nunca dirigía sus ojos hacia él. Ritsu observaba a los dos en silencio. Vaya, debía interesarle mucho todo aquello, pues era raro que su hermano no dijera ni una palabra. No entendía qué le podía resultar interesante de una movida entre dos alumnos de preparatoria, pero...

-         No creo que sea tan difícil explicar el motivo por el que nos has estado evitando.

-         Eh, relájate... No hace falta que la presiones de esa manera. Cuando esté lista para hablar, te lo contará – le dijo Ritsu cruzándose de brazos, intentando parecer imponente al lado de alguien que le sacaba fácilmente una cabeza y algo más.

El del pelo rojo miró al hermano de Hiyori con su habitual ceño fruncido.

-         Me da igual que seas su hermano o el primer ministro de Japón. Esto no es asunto tuyo y, ya que estás escuchando por la cara, lo menos que puedes hacer es mantener la boca cerrada.

Ritsu entrecerró los ojos.

-         Sí que tienes agallas, mocoso, para hablarme de esa manera- dijo entre dientes, metiendo una mano en su bolsillo.

Alarmada, sabiendo lo que estaba a punto de hacer su hermano, Hiyori le puso una mano en el brazo y le miró.

-         Nii-chan, no te ofendas, pero tiene razón. ¿Puedes dejar que lo resolvamos solos? – le preguntó, mirándole con ojillos.

El chico moreno se ablandó al mirar la cara de su hermanita. Nunca podría negarle nada si se lo pedía con ojitos de gatito desvalido. Suspiró y sacó la mano del bolsillo. Con las manos en alto, en gesto de rendición, se alejó un par de pasos de ellos y se apoyó en la pared opuesta a la de Kagami.

Hiyori miró a Kagami y suspiró también. A ver cómo se lo explicaba sin hacer que los dos se sintieran violentos.

-         Kuroko está confundido. No sabe si ha hecho algo para molestarte – le dijo él.

-         Pero... no estoy molesta con él. Ni contigo – dijo ella, retorciéndose el bajo de la balda blanca.

-         ¿Qué te pasa, entonces? ¿Por qué te has comportado así durante toda la mañana, Hiyori?

Ella pensó que la mejor manera de decirlo era soltándolo todo, de sopetón. Y eso fue lo que hizo.

-         Os vi ayer en el gimnasio. Por la tarde. Volví a por mi paraguas y os vi – dijo cerrando los ojos con fuerza, esperando la reacción de BaKagami.

-         ¿Y eso es razón para...? ¡Oh! Oooooooooooooh... – él pareció caer en la cuenta de la situación en la que los había visto – Ah, ya entiendo... Nos viste y ahora sientes que ya no puedes estar cerca de nosotros, ¿no? ¿Te damos asco?

Hiyori le miró sorprendida.

-         ¿¡Qué!? ¡No! Te equivocas, no es eso... Es solo que... siento que invadí vuestra intimidad, ya sabes. Hoy no sabía cómo miraros a la cara.

Eso le hizo reír a carcajadas. Ella se sorprendió. Nunca había visto a BaKagami reírse así si no era jugando a baloncesto.

-         Para empezar, no nos preocupamos mucho por la intimidad, ¿verdad? – suspiró aliviado – Me alegro de que no fuera nada. Eso sí, no se lo digas a Kuroko o no me dejará tocarle nunca más.

¿Cómo podía hablar de ese tema con tanta naturalidad? ¿Acaso no era japonés o qué? Hiyori se rascó la frente, apartándose el flequillo. Todavía seguía avergonzada por haberlo contado, pero se sentía extrañamente aliviada y con un peso menos sobre los hombros. Pensaba que BaKagami se lo iba a tomar de otra forma, pero había reaccionado mejor de lo que cualquiera se esperaría dada la situación.

-         Espera, espera... El tal Kuroko ese... ¿es un hombre? ¿Eres gay? – preguntó directamente Ritsu.

Kagami le miró sin avergonzarse o retroceder y respondió cruzándose de brazos.

-         Sí, ¿algún problema?

-         ¡Ninguno! – exclamó el hermano de Hiyori alegremente.

El cambio tan repentino sorprendió a los otros dos. ¿Qué demonios le pasaba ahora?

-         Si eres gay, quiere decir que no te interesa mi hermana y podré confiar en ti para protegerla de los acosadores.

-         ¡Nii-chan! ¡No necesito que nadie me proteja! – exclamó Hiyori indignada.

-         ¿Seguro que no? ¿Te recuerdo por qué te has mudado aquí, Hiyorín?

-         ¡Nii-chan, cierra la boca!

-         ¿No es porque te acosaba un idiota del pueblo hasta el punto de no querer salir de casa?

Tras esas palabras, el silencio reinó entre los tres que estaban en el pasillo. Kagami observó a su pequeña compañera, que miraba el suelo con nerviosismo, y a su hermano, que parecía totalmente indiferente a ese hecho. ¿Hiyori se había mudado a Tokio porque la acosaban en su pueblo? ¿Sus padres estarían mal de la cabeza? Moverla de la seguridad de un pueblo, donde todos se conocían, a una ciudad inmensa y peligrosa como Tokio... no es algo que una persona normal haría.

-         Hiyori...

Antes de que pudiera decir nada, ella echó a correr por el pasillo.

-         ¡Espera! ¡Hiyori!

Kagami tenía intención de ir tras ella, pero Ritsu le detuvo sujetándole del brazo.

-         Déjala. En este momento, no querrá que le digas nada.

-         ¿Y de quién es la culpa?



Hiyori había echado a correr sin pensar, así que se dirigió a la salida lo más rápido que pudo.

¡Maldito Ritsu! No tenía pensado contarle a nadie el motivo por el que se había mudado y llegaba él y lo soltaba todo por esa bocaza enorme que tenía. Ahora BaKagami la trataría de otra manera, estaba segura. Era de los que no la dejarían sola si algo así pasaba, así que insistiría en acompañarla a casa después de clases y ella no quería eso. No quería que los demás la vieran como alguien que necesitaba protección, bastante tenía con el complejo de altura y todo eso, como para añadirle algo más.

Se detuvo cuando llegó a las taquillas de las zapatillas. Se apoyó en una de las hileras y respiró hondo para recuperar el aliento.

-         Lucky! – exclamó una voz que venía de la entrada principal.

Hiyori frunció el ceño y miró hacia allí. Lo frunció aún más al ver a Momoi Tatsuki entrando, con el uniforme de su propia preparatoria y el pelo rosa revoloteando alrededor de su cabeza. La joven se acercó a ella, que no se había movido del sitio. ¿Qué le pasaba a la gente de la Academia Tōō? ¿No tenían nada mejor que hacer que pasearse por Seirin y encontrarse con ella en el recibidor?

-         Si estás buscando a Kuroko, está en clase.

-         No busco a Tetsu, te buscaba a ti. Ha sido una suerte que aparecieras en este momento. Iba a esperar aquí hasta que terminaran vuestras clases, pero me has ahorrado la molestia.

Eso sorprendió a Hiyori. ¿La buscaba a ella? ¿Por qué? Ella no tenía nada que ver con Momoi. ¿Qué querría?

-         Quiero pedirte un favor, Takano-san.

-         ¿Un favor? – preguntó ella desconcertada.

-         Sí. Verás, he organizado un Goukon para este fin de semana con unas amigas y un grupo de chicos que conozco y que ellas querían conocer, pero nos falta una chica para estar iguales y he pesando en ti.

-         Espera, espera, ¿qué? ¿Un Goukon? ¿Y qué pinto yo en eso? ¿Estás loca? – dijo Hiyori – No conozco a nadie y apenas te he visto a ti un día antes.

-         Pero tienes que venir... Para una vez que consigo convencer a Dai-chan de que venga... ¡Tienes que venir, Takano-san!

-         E.eso no me importa – Hiyori se había puesto en guardia al escuchar el nombre de Aomine.

-         Vamos, no disimules, sé que te gusta Dai-chan. ¡Es tan obvio que me sorprende que nadie mas se haya dado cuenta! Y estás de suerte, porque quiero ayudarte. Eres justo lo que él necesita – Momoi sonrió ampliamente al decir eso, dejando a Hiyori totalmente sin palabras.

5 comentarios:

  1. Obsesos, obsesos everywhere... xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD Pobre Hiyori, no gana para disgustos xDDDDDDDDDDD

    Ritsu está emocionadísimo con la homosexualidad de Kagami, es flipante xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

    Lo de Momoi... bueno, ya veremos como va lo del Goukon y tal xDDDDDDDDDD

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    1. Jajajajaajajajajajja, pobrecilla... tan pequeñita, tan mona... todos la quieren >.< Tanto que la acosan xDDDDDDDDD

      JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA Claro, ha dejado de ver a Kagami como una amenaza xDDDDDDDDDDDDDDDD Ahora le verá como el apartamoscones o algo xDDDDDDDDDDDDD

      Lo de la Goukon será genial xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD Ya tengo pensado más o menos cómo hacerlo xDDDDDDDDDDDD

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  2. En menudos líos se mete siempre Hiyori, si no es por culpa de los tíos es por culpa de las tías, y las tías tienen planes peores para ella xDDDDDDD

    Me alegra que al final hayas echo el capi más extenso Jewel, espero que hayas disfrutado escribiendo ^^

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    1. JAJAJAJAJAJAAJAJ en serio, pobrecilla. Puta Momoi, obligándola a ir a una Goukon... donde no conoce a nadie más que a ella y a Aomine xDDDDDDDDDDDDDD Será genial xDDDD

      Ains, eres un amor, Shinta ^^

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  3. Si eres gay no hay ningún problema...!!!! jajajajajaaj Me encanta... me encanta xDDDDD Entre eso y el "¿de quién es la culpa?" llevo riéndome todo el capi jajajaa

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