viernes, 19 de octubre de 2012

Capítulo 05: ¿Rivales?


Antes de que Hiyori pudiese responder a esa afirmación tan sin sentido, vio que una joven con el uniforme verde y el pelo largo y rosa se acercaba a ellos. Lo único en lo que se pudo fijar bien Hiyori fue en los botes que iban pegando sus pechos con cada zancada. ¡Eran enormes! ¿Era una estudiante de preparatoria? ¿Qué demonios comía esa chica? ¿Silicona?

-         ¡Dai-chaaaaaaaaaaan! – gritó llegando hasta ellos. Miró a Aomine con el ceño fruncido y puso los brazos en jarra - ¡Te dije que no vinieras! No tenía sentido venir aquí a retar a Kagami-kun.

Aomine miró a la joven, que le sacaba una buena cabeza a Hiyori y que llegaba al chico por los hombros.

Le había llamado “Dai-chan”... eso quería decir que había bastante confianza entre ellos, ¿no? ¡Espera! Hiyori les miró con el ceño fruncido. ¿Estarían saliendo? ¿Sería eso?

-         Lo de venir a retarle era solo una... “tapadera”, Satsuki. En realidad, venía a hablar con ella.

Él señaló a Hiyori con un movimiento de la cabeza y la chica de pelo rosa se giró hacia ella, que le devolvió la mirada con la barbilla bien alta. No se iba a amedrentar frente a una tetona más alta que ella. La tal “Satsuki”, por lo visto él también la tuteaba, la miró de arriba abajo con ojo crítico y, finalmente, volvió a girarse hacia Aomine.

-         ¿No es un poco pequeña para ti? Y no solo de estatura... ¿es de secundaria o de la escuela elemental?

Hiyori chasqueó la lengua.

-         ¿Es que nadie ve el maldito uniforme? Soy una estudiante de esta preparatoria.

-         Aún así... – la había ignorado totalmente- ¿Te gustan tan pequeñas... y planas, Aomine? – la chica señaló el pecho prácticamente plano de Hiyori - ¡Apenas tiene algo! Y yo que pensaba que la entrenadora de Seirin estaba plana...

-         ¿De qué demonios estás hablando? ¿Eres tonta? – replicó él - ¿Por qué me iba a gustar?

Al parecer, a ninguno de los dos les importaba que Hiyori estuviera delante de ellos, escuchando todo lo que decían.

-         Has dicho que has venido para hablar con ella, entonces yo... – Satsuki estaba confundida y se notaba.

-         Porque ayer, mientras jugaba a baloncesto en una cancha de la calle, ella me estaba vigilando sin perderse detalle...

-         ¡Así que por eso no viniste al entrenamiento! ¡Deja de saltártelos! ¿Para qué lo haces, de todas formas? Si luego vas a jugar por ahí tú solo.

Hiyori optó por ignorarles y buscar la manera de recuperar su mochila para irse a su casa de una vez. ¿Por qué demonios BaKagami no había ido a buscarla de nuevo? ¿Por qué demonios estaba esperando que BaKagami fuera a por ella? Sacudió la cabeza y miró hacia el tejadillo. Estaba demasiado alto como para que ella llegara de cualquiera de las maneras.

-         Ese no es el punto aquí, Satsuki – decía Aomine – El caso es que Seirin ha puesto espías para ver cómo ha mejorado mi habilidad.

-         ¿Espías? – ella negó con la cabeza – No es su estilo, no harían algo así.

-         Entonces, ¿por qué ese afán por observarme?

Momoi Satsuki frunció el ceño y desvió su vista hacia la chica bajita que se había alejado unos pasos de ellos. La verdad es que la pequeña era monísima, con ese pelo tan largo y morado que hacía juego con sus ojos violeta, demasiado grandes en un carita de muñeca con las mejillas ligeramente teñidas de rojo. El pequeño cuerpo estaba enfundado en el uniforme azul de la preparatoria Seirin, aunque le iba ligeramente grande. Ella le devolvió la mirada con gesto desafiante. Cuánto carácter en un cuerpo tan pequeño, pensó.  Desvió la vista a Aomine y sus mejillas enrojecieron aún más.

-         Oh... – dijo Momoi al darse cuenta de lo que pasaba realmente – Ya veo.

-         ¿Qué ves? – ahora era el turno de Aomine de mostrarse confundido.

-         A mí me da igual lo que veas – dijo Hiyori de forma atropellada - ¿Alguien podría devolverme mi mochila? Me tengo que ir a casa.

Satsuki sonrió, se acercó a Aomine y le rodeó el brazo, pegando sus pechos contra él.

-         Devuélvele su mochila, Dai-chan. ¡No seas malo!

Aomine bajó la mirada hasta la cabeza rosa que estaba pegada a su brazo. ¿Qué narices le pasaba a Satsuki ahora? ¿Por qué se comportaba de esa manera? ¿Se había vuelto tonta de verdad o qué?

En cambio, Hiyori miró a la otra chica con los ojos entrecerrados. La maldita tetona se había dado cuenta de lo que pasaba y ahora intentaba sacar provecho o ventaja de ello. ¿Qué pretendía, en realidad?

Ese fue el momento en el que Kagami y Kuroko decidieron aparecer. En cuanto vio a Kuroko, la chica que estaba agarrada de Aomine cambió totalmente su actitud. Se separó de él y, sonriendo de oreja a oreja, se lanzó contra el más bajito de los tres.

-         ¡Tetsuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu! ¡Hacía tanto que no nos veíamos! ¡Te he echado tanto de menooooooooooooos! – exclamó abrazándole.

-         Momoi-san – se limitó a decir Kuroko.

Kagami les lanzó una mirada ceñuda, luego se giró hacia Hiyori y Aomine, mientras Satsuki seguía enganchada del cuello de Kuroko.

-         ¿Qué se supone que hacéis aquí?

-         Tomar el té, idiota. ¿No es obvio? Intento recuperar mi mochila.

El pelirrojo frunció el ceño aún más.

-         ¿Dónde está tu mochila?

Hiyori señaló el tejadillo con la mano.

-         ¿Ahora te dedicas a molestar a las chicas, Aomine? – preguntó Kagami, mientras cogía la mochila del tejadillo y se la tendía a su dueña – Yo pensaba que tu único hobby era el baloncesto.

-         Solo quería hablar con ella a solas – respondió el otro encogiéndose de hombros.

-         ¿Os conocíais de antes?

-         ¿Qué? No, ni siquiera sé cómo se llama – dijo Aomine torciendo el gesto.

Hiyori se colgó la mochila al hombro y comenzó a nadar con paso decidido, alejándose de todos ellos.

-         Espera, Takano-san, ¿a dónde vas? – escuchó que le preguntaba Kuroko.

-         A mi casa, no tengo nada más que hacer aquí – respondió ella sin detenerse.

-         Qué simpática, ¿verdad? – dijo Momoi, todavía colgada de Kuroko.

Con el dedo corazón en alto y dedicado al grupito de cuatro personas que iba dejando atrás, Hiyori caminó rumbo a su casa.

4 comentarios:

  1. ¡PECHOTES! #Kuroimode xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
    En serio, tengo que mirar a ver cómo es Momoi, para situarme... Aomine impone mucho, la verdad y la pobre Hiyori está como pez fuera del agua, pobrecilla >,<

    Me encanta <3

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    1. JAJAJAJAJAJAJA, me has matado con lo de "Kuroimode" xDDDDDDDDDDDDDDDD
      Ya te puse la imagen en el msn xDDDDDDDD La verdad es que la chica me cae muy bien ^^
      Y sí... Aomine impone... es que es grande, serio y arrogante... Melofo xDDDDDDDD

      A mí me encantas tú ^^

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  2. Hiyori me cae bien jajaja Y mi Kagami también... >.< pero ha tardado mucho en aparecer jajaja
    Pd. Sí, se que había dicho que iba a ir leyendo poco a poco para o acabarme tu historia en un día... pero... solo un capi más, de verdad. Es que está interesante jajaja

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    1. Joe, ha tardado en aparecer porque tenía que hacer que Aomine e Hiyori hablaran xDDDDDD

      Pd: JAJAJAJAJAJAAJAJAJ a tu ritmo ^^

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