martes, 8 de enero de 2013

Capítulo 20: Comienza el Festinyan~~

Aquello era de lo más humillante. Hiyori notaba todas las miradas del aula sobre ella y estaban empezando a crisparle los nervios. Para colmo, era la encargada de saludar a los clientes en la puerta y acompañarles hasta su mesa, donde una de sus compañeras, disfrazada de maid, les serviría.

El Festival había llegado y había más visitantes de los que se hubieran imaginado en un principio. Había oído que se debía a que la preparatoria Seirin se había hecho muy famosa a raíz de la Copa de Invierno de baloncesto del año anterior. También parecía que su Maid & Butler Café era uno de los lugares más populares del Festival, pues estaba a reventar. Mirando alrededor, se percató de que había más chicos que chicas, pero no se sorprendió, a los chicos les gustaba todo aquel rollo de las maids.

¿Y por qué demonios era la única que se veía obligada a vestir algo tan vergonzoso? Aunque, la verdad, la culpa era suya, por hacer caso y responder a las provocaciones de Otonashi.

-         No pongas una cara tan larga, Takano-san, espantarás a los clientes – dijo Otonashi pasando frente a ella con su perfecto traje de sirvienta, que le sentaba como un guante.

-         Hablando del diablo... – murmuró Hiyori.

-         ¿Qué?

-         Nada, que te vayas a servir por ahí o algo...

La chica se alejó con una sonrisa arrogante, sabiendo que Hiyori estaba demasiado avergonzada  como para decir nada más.

Hiyori suspiró. Algún día se la devolvería... Mientras pensaba en cómo hacerlo, vio, por el rabillo del ojo, que habían llegado nuevos clientes. Ignorando los gritos histéricos que venían de fuera, suspiró de nuevo antes de colocarse ante ellos sin dejar de mirar el suelo.

-         ¡Bienvenidos, ny-...! – cuando levantó la cabeza, se encontró con Aomine y Kise que la miraban con los ojos muy abiertos - ¡...-an!

-         Oh, dios, ¡golpe directo! – dijo Kise llevándose la mano a la cara.

Aomine, en cambio, miraba a la pequeña de arriba abajo. No hubiera podido estar más sorprendido ni aunque se lo propusiera. Takano-san llevaba puesto un body,  que se ajustaba a su poco desarrollado cuerpo, unos shorts... muy cortos y calcetines por encima de la rodilla. Un cola enganchada a la parte trasera de los pantalones, un cascabel atado al cuello, unas orejitas en la cabeza y dos coletas completaban el atuendo. Todo de color negro. Era la gatita más adorable que había visto, mirándoles a los dos con sus grandes ojos violeta, sombreados de negro, totalmente avergonzada.

-         Eso ha sido... demasiado adorable, Takacchi – añadió Kise.

Antes de que la joven pudiera abrir la boca, se formó un enorme revuelo en el interior.

-         ¡Kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! ¡Es  Kise-kun!

-         ¡KISE-KUN ESTÁ AQUÍ!

Una estampida de chicas eufóricas se acercó a Kise hasta rodearle, alejándole de Hiyori. Las chicas del exterior, se juntaron con las que estaban dentro, incluidas las camareras del café, y todas ellas se pusieron a gritar como locas, a pedir autógrafos y fotos. La única que no se había acercado había sido Hikari, que mantenía la calma, sirviendo tazas de té a un par de chicos que la miraban embelesados. No era para menos, estaba guapísima con el disfraz blanco y negro y el cabello peinado con una coleta a un lado.

-         Por eso le dije que se disfrazara un poco...

Aomine se había acercado hasta Hiyori y estaba apoyado en la pared, a su lado. Ella miró al pobre modelo, que sonreía a las chicas con cordialidad e intentaba responder a las demandas de todas.

-         Debe ser duro ser famoso – dijo ella.

-         Imagino que no tanto como llevar esas pintas – dijo él mirándola de arriba abajo de nuevo.

Hiyori se sintió más avergonzada aún ante esa mirada.

-         No... no he tenido otra alternativa... Bueno, en realidad, sí, pero soy idiota. Esto es humillante – dijo apoyándose en la pared también y agarrando la cola de gato.

-         Yo creo que te queda muy bien. Eres una gatita muy mona – él sonrió al decir eso.

Ella le lanzó una mirada entre sorprendida e incrédula, pero, en el fondo, se sentía inmensamente feliz de haber escuchado eso.

-         ¿Estás de broma?

-         Que va... ¿No te has fijado en cómo te miran todos? Menos ese grupito que está mirando a tu amiga, todos los demás chicos tienen sus ojos puestos en ti – y eso le molestaba. Mucho. Sintió el impulso de llevársela de allí, a un lugar donde los ojos de ese grupo de perdedores no pudieran seguirla.

-         Venga ya... no necesitas mentir para hacerme sentir mejor.

Aomine levantó la mano y la llevó a la mejilla de Hiyori. Ella aguantó la respiración, pensando que iba a acariciarla, pero, en cambio, él le pellizcó el moflete.

-         Ouch, ouch, ouch.

-         No tengo ninguna necesidad de hacerte sentir mejor, enana.

-         ¿No pensáis ayudarle?

Kurosawa se había acercado a ellos y miraba al pobre Kise con lástima, rodeado de todas esas lagartas sin cerebro.

-         Es culpa suya, por no haberse disfrazado cuando sabía que venía a un lugar lleno de estudiantes hormonadas – dijo Aomine, que no había soltado la mejilla de Hiyori.

Hikari les miró y enarcó una ceja.

-         ¿Hablas de estudiantes hormonadas? ¿Tú, señor “me-gusta-Hiyo-chan-pero-no-diré-nada-porque-soy-guay”? ¿O no se lo dices porque no tiene tetas? En fin, supongo que iré yo a salvarle...

La joven se alejó de ellos tal y como había llegado.

-         ¿Qué le pasa? – dijo Aomine, soltando la cara de Hiyori y mirando cómo Kurosawa entraba en el grupo de chicas y las dispersaba, ignorando los comentarios y  miradas de odio que le lanzaban – Menuda tipa tan extraña has ido a encontrar, Takano-san.

Hiyori no respondió. Estaba mirando el suelo,con los brazos cruzados sobre el pecho. Él frunció el ceño.

-         ¿Takano-san?

-         Yo... yo... ¡Lo siento por no tener las tetas grandes! – gritó antes de echar a correr, haciendo tintinear el cascabel.

-         ¿Qué demonios...? ¡Espera! - Aomine echó a correr detrás de ella.

Kurosawa y Kise habían conseguido dispersar del todo al grupo de alumnas y, al ver correr a sus amigos, fueron detrás sin dudarlo.

7 comentarios:

  1. Algo así me imaginaba... que iría disfrazada de animal xDDDD Pero no me la imaginaba así.
    Saca una amiga para Hiyori que le parta la cara a Otonashi, pls...
    Y este Aomine... qué raro es xDDDDD Y si Kise no se ha disfrazado es porque en realidad le mola llamar la atención, que le conozco ò.ó

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    1. No quedaban muchas opciones... era o gata o coneja xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD Y los gatitos molan más :3
      JAJAJAJAJJAJAJA, planeo que Hikari le dé una paliza en algún momento xDDDDDDDDDD

      ¿Aomine raro? ¿Por qué? xDDDDDDDDDDDDD
      Kise no quería ir con pintas raras a ver a su amada *.* xD

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  2. Kise rodeado de todas las tías desesperadas y Aomine no? Siendo más seme y potentorro que él? No cuela, Jewel xDDDDDD Te pasaste endiosando a Kise D:

    Pobre Hiyori, su tabla de planchar y ser tan minucia le hacen comerse la olla D:

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    1. ¿Hola? Kise es un jodido modelo... Aomine va siempre con cara de matar perros y es negro -.-' No triunfa, solo con Hiyori xDDDDDDDDDDDDDDD Además, joder... te ponen delante a un modelo al que conoces de ver en revistas y a Aomine, al que no conoces de nada... y vas a por el modelo xDDDDDDD

      Sí, pobrecilla >.< Anda que no se está llevando palos desde que se ha mudado xDD A ver si su suerte empieza a cambiar xD

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  3. aww me encanta ese anime del zorro y la chica de pelo azul *u* aunque quisiera que siguiera :c

    pd: quería saber si quisieras que nos siguiéramos mutuamente :3

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    1. Jajaja, sí, InuxBoku SS es genial, pero este fic no tiene nada que ver >.< Solo cogí la imagen de la chica xDD

      Pd: Claro, te sigo, no hay problema ^^

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  4. No eme espera ese comentario jajaaja "siento no tener tetas grandes" pobrecita.... con lo mona que es, maldita sea.

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