Hiyori pasó corriendo como una exhalación entre los alumnos
que se encontraban en el pasillo que llevaba a las escaleras. Había salido tan
rápido como había tocado el timbre anunciando el final de las clases. Sabía que
la estaba siguiendo y lo sabía por las exclamaciones que soltaban a su espalda.
Ella era pequeña, así que no tenía problema en pasar a través de ellos, pero en
el caso de Kagami era totalmente distinto. Era demasiado grande como para pasar
sin arrollar a los estudiantes.
Era una ridiculez que intentara llevarla a los
entrenamientos del club de baloncesto y no entendía la razón, pero Kagami
estaba obsesionado con obligarla a ir.
La joven torció hacia la derecha y llegó a las escaleras.
Comenzó a bajarlas saltando los escalones de tres en tres.
-
¡Maldición! ¡Vuelve aquí, enana! – escuchó que gritaba Kagami
detrás de ella. Sin embargo, él no bajó, sino que se quedó donde estaba, parado
al inicio de las escaleras. Chasqueó la lengua observando cómo se alejaba – Enana
escurridiza... pero el próximo día lo conseguiré – se giró para ir al encuentro
de Kuroko, que le esperaba para ir al club.
Hiyori llegó al exterior y se detuvo para doblarse por la
mitad e intentar recuperar el aliento. Jadeó, diciéndose que estaba demasiado
baja de forma. Con el ceño fruncido se dio cuenta de que había salido con las
zapatillas de interior, así que se dio la vuelta para entrar de nuevo.
Cuando abrió su taquilla, un montón de basura cayó al suelo.
-
¿Qué demonios...? – exclamó dando un paso hacia atrás.
Los chicos que había alrededor comenzaron a reírse por lo
bajo y no tan bajo. Cuadrando los hombros y levantando la barbilla, cogió una
papelera, se agachó y comenzó a meter toda la basura en ella con las manos
desnudas. Le daba un asco tremendo, pero no les daría la satisfacción de
flaquear. ¿Así que ahora se iban a dedicar a molestarla? Estaba segura de que
había sido por lo de la carta de Kagami. Hiyori soltó un bufido al meter el
último envoltorio de dulces en la papelera.
-
Maldito Kagami... no hace ni un mes que le conozco y no hace
más que darme problemas – murmuró dejando la papelera en su sitio.
De vuelta a su taquilla, sintió los ojos de todos
observándola, pero no se amilanó ni un poco. Se puso sus zapatillas de calle y
guardó las otras, para salir del edificio con paso decidido.
Se acercó al tejadillo donde estaban todas las bicis
guardadas y le quitó la cadena a la suya. Se la había comprado el día anterior
y, aunque no estaba lejos de su apartamento, prefería ir y venir en bicicleta,
así, además, la ayudaría a ponerse en forma.
Mientras pedaleaba de camino a su nueva casa, le dio vueltas en la cabeza a un montón de
cosas. ¿Qué estarían haciendo ahora mismo sus amigos? ¿Estarían en casa de Tori
jugando a videojuegos? ¿O en la pastelería de Mayu? Aaaah, les echaba de menos,
tenía tantas ganas de verles... Esperaba hacerlo, por lo menos, en Navidad...
Fue en el instante en el que ladeó la cara... Ese instante
en el que le vio. En una cancha callejera, cercana al edificio en el que se
encontraba su apartamento, había un chico jugando al baloncesto solo. Pero no
fue eso lo que llamó su atención. Fue la belleza de sus movimientos lo que la
deslumbró. Frenó la bici en seco para poder observarle desde el exterior del
recinto.
La agilidad y rapidez con la que se movía la hipnotizaron.
Nunca le había interesado el baloncesto y, sin embargo, en ese momento estaba
fascinada, fascinada por la trayectoria que seguía el balón desde sus fuertes
manos, volando por el aire y, finalmente, entrando en el aro. Solo cuando él se
detuvo, pudo Hiyori observar su cuerpo a placer. Era alto, muy alto, tanto como
Kagami e igual de grande, en general. Tenía la piel mucho más morena de lo que
era normal en Japón y llevaba el cabello azul oscuro muy corto. El chico
levantó el brazo para limpiar el sudor de su frente y ella casi pudo ver el
movimiento de los músculos, tan marcados como los tenía.
Él volvió a coger la pelota y tan rápido se incorporó, la
lanzó de cualquier manera... y encestó. Whoah! Eso era increíble... Más
increíble que las hazañas de Kagami: tirar basura a la papelera. Estaba segura
de que este chico podría darle una paliza.
Sin que se diera cuenta, ya que estaba perdida en sus
pensamientos, un perro se había acercado a su bicicleta y había comenzado a
mear. Cuando Hiyori se dio cuenta soltó una exclamación e intentó alejar al
perro, sin ser demasiado bruta.
-
¡Mira lo que has hecho, perro! – gritó fulminando al animal
con la mirada - ¡Las bicis no son para que hagas tus necesidades en ellas!
Con semejantes gritos, se aseguró de tener la atención de
todo el mundo que estaba alrededor, incluido el chico de la cancha, que se giró
para observar lo que pasaba. Por un par de segundos, sus miradas se cruzaron y
ella sintió que enrojecían hasta sus orejas. Nunca antes había hecho tanto el
ridículo como desde que había llegado a Tokio.
Tan rápido como pudo, comenzó a pedalear para alejarse de
allí con toda la dignidad que consiguió reunir dadas las circunstancias, pero
no sin antes llevarse un par de cajas por delante, para terminar de hacerlo aún
más patético.
MALA GENTE. Es que les quemaba a todos así, a lo bonzo. MALDITOS TODOS.
ResponderEliminarQué bonita la primera vez que ve a Aomine *.* Me la he imaginado tan pequeñita, parada ahí solita, mirando al enorme chico de pelo azul... AAAAYYYYYY
Me encanta >,<
Ya llegará Aomine a darles leña a todos, no te preocupes xDDDDDDDDDDD A ver quién se mete con la chica de semejante tío xDDDDDDDDDDDDDDDDDD
EliminarSí *.* Es que Hiyori es tan adorable, jopetas... Ten peque y monosa >o<
Y tú me encantas a mí >o<
Como te ensañas con Hiyori, la virgen xDDDDDDD Y menudo fanservice te has marcado con Aomine *YAOMING*
ResponderEliminarJAJAJAJAJAAJ, lo siento... pero es la nueva y tiene la atención de los chicos guapos de la clase y del insti... Tiene que ser odiada sí o sí... Y lo del perro era imprescindible xDDDDDDDDDDDDDDDDDD
EliminarSeeeep, Aomine... >.< aRf.
Que bien. así a cualquiera le gusta ir a clase... jajaja
ResponderEliminarSí, aquí sigo, poniéndome al día con tu historia, como prometí. Poco a poco para que me dure más... jajaja
Oh, es la primera vez que se ven... pero no lo última... jajaja :D
Jajajaja, sí, no veas...
EliminarMe parece bien ò.ó
Es to' cuki la reacción de Hiyori <3