martes, 2 de octubre de 2012

Capítulo 02: En un solo instante


Hiyori pasó corriendo como una exhalación entre los alumnos que se encontraban en el pasillo que llevaba a las escaleras. Había salido tan rápido como había tocado el timbre anunciando el final de las clases. Sabía que la estaba siguiendo y lo sabía por las exclamaciones que soltaban a su espalda. Ella era pequeña, así que no tenía problema en pasar a través de ellos, pero en el caso de Kagami era totalmente distinto. Era demasiado grande como para pasar sin arrollar a los estudiantes.

Era una ridiculez que intentara llevarla a los entrenamientos del club de baloncesto y no entendía la razón, pero Kagami estaba obsesionado con obligarla a ir.

La joven torció hacia la derecha y llegó a las escaleras. Comenzó a bajarlas saltando los escalones de tres en tres.

-         ¡Maldición! ¡Vuelve aquí, enana! – escuchó que gritaba Kagami detrás de ella. Sin embargo, él no bajó, sino que se quedó donde estaba, parado al inicio de las escaleras. Chasqueó la lengua observando cómo se alejaba – Enana escurridiza... pero el próximo día lo conseguiré – se giró para ir al encuentro de Kuroko, que le esperaba para ir al club.

Hiyori llegó al exterior y se detuvo para doblarse por la mitad e intentar recuperar el aliento. Jadeó, diciéndose que estaba demasiado baja de forma. Con el ceño fruncido se dio cuenta de que había salido con las zapatillas de interior, así que se dio la vuelta para entrar de nuevo.

Cuando abrió su taquilla, un montón de basura cayó al suelo.

-         ¿Qué demonios...? – exclamó dando un paso hacia atrás.

Los chicos que había alrededor comenzaron a reírse por lo bajo y no tan bajo. Cuadrando los hombros y levantando la barbilla, cogió una papelera, se agachó y comenzó a meter toda la basura en ella con las manos desnudas. Le daba un asco tremendo, pero no les daría la satisfacción de flaquear. ¿Así que ahora se iban a dedicar a molestarla? Estaba segura de que había sido por lo de la carta de Kagami. Hiyori soltó un bufido al meter el último envoltorio de dulces en la papelera.

-         Maldito Kagami... no hace ni un mes que le conozco y no hace más que darme problemas – murmuró dejando la papelera en su sitio.

De vuelta a su taquilla, sintió los ojos de todos observándola, pero no se amilanó ni un poco. Se puso sus zapatillas de calle y guardó las otras, para salir del edificio con paso decidido.

Se acercó al tejadillo donde estaban todas las bicis guardadas y le quitó la cadena a la suya. Se la había comprado el día anterior y, aunque no estaba lejos de su apartamento, prefería ir y venir en bicicleta, así, además, la ayudaría a ponerse en forma.


Mientras pedaleaba de camino a su nueva casa, le  dio vueltas en la cabeza a un montón de cosas. ¿Qué estarían haciendo ahora mismo sus amigos? ¿Estarían en casa de Tori jugando a videojuegos? ¿O en la pastelería de Mayu? Aaaah, les echaba de menos, tenía tantas ganas de verles... Esperaba hacerlo, por lo menos, en Navidad...

Fue en el instante en el que ladeó la cara... Ese instante en el que le vio. En una cancha callejera, cercana al edificio en el que se encontraba su apartamento, había un chico jugando al baloncesto solo. Pero no fue eso lo que llamó su atención. Fue la belleza de sus movimientos lo que la deslumbró. Frenó la bici en seco para poder observarle desde el exterior del recinto.

La agilidad y rapidez con la que se movía la hipnotizaron. Nunca le había interesado el baloncesto y, sin embargo, en ese momento estaba fascinada, fascinada por la trayectoria que seguía el balón desde sus fuertes manos, volando por el aire y, finalmente, entrando en el aro. Solo cuando él se detuvo, pudo Hiyori observar su cuerpo a placer. Era alto, muy alto, tanto como Kagami e igual de grande, en general. Tenía la piel mucho más morena de lo que era normal en Japón y llevaba el cabello azul oscuro muy corto. El chico levantó el brazo para limpiar el sudor de su frente y ella casi pudo ver el movimiento de los músculos, tan marcados como los tenía.

Él volvió a coger la pelota y tan rápido se incorporó, la lanzó de cualquier manera... y encestó. Whoah! Eso era increíble... Más increíble que las hazañas de Kagami: tirar basura a la papelera. Estaba segura de que este chico podría darle una paliza.

Sin que se diera cuenta, ya que estaba perdida en sus pensamientos, un perro se había acercado a su bicicleta y había comenzado a mear. Cuando Hiyori se dio cuenta soltó una exclamación e intentó alejar al perro, sin ser demasiado bruta.

-         ¡Mira lo que has hecho, perro! – gritó fulminando al animal con la mirada - ¡Las bicis no son para que hagas tus necesidades en ellas!

Con semejantes gritos, se aseguró de tener la atención de todo el mundo que estaba alrededor, incluido el chico de la cancha, que se giró para observar lo que pasaba. Por un par de segundos, sus miradas se cruzaron y ella sintió que enrojecían hasta sus orejas. Nunca antes había hecho tanto el ridículo como desde que había llegado a Tokio.

Tan rápido como pudo, comenzó a pedalear para alejarse de allí con toda la dignidad que consiguió reunir dadas las circunstancias, pero no sin antes llevarse un par de cajas por delante, para terminar de hacerlo aún más patético.


Una vez en su casa, Hiyori se dejó caer en el sofá con un suspiro. Con todo lo que había pasado ese día, no le daban ganas de ir a clase al día siguiente. Una clase en la que, ahora, todas las chicas le hacían el vacío... por no hablar de chicas de otras clases, que la miraban y cuchicheaban. Pero eso no era lo peor... no, lo peor había sido que un perro hiciera pis en la rueda trasera de su bicicleta delante del primer chico que había llamado su atención en 16 años. Con un poco de suerte, o no, según se mirase, no volvería a verle, ¿verdad?

6 comentarios:

  1. MALA GENTE. Es que les quemaba a todos así, a lo bonzo. MALDITOS TODOS.

    Qué bonita la primera vez que ve a Aomine *.* Me la he imaginado tan pequeñita, parada ahí solita, mirando al enorme chico de pelo azul... AAAAYYYYYY

    Me encanta >,<

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    1. Ya llegará Aomine a darles leña a todos, no te preocupes xDDDDDDDDDDD A ver quién se mete con la chica de semejante tío xDDDDDDDDDDDDDDDDDD

      Sí *.* Es que Hiyori es tan adorable, jopetas... Ten peque y monosa >o<

      Y tú me encantas a mí >o<

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  2. Como te ensañas con Hiyori, la virgen xDDDDDDD Y menudo fanservice te has marcado con Aomine *YAOMING*

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    1. JAJAJAJAJAAJ, lo siento... pero es la nueva y tiene la atención de los chicos guapos de la clase y del insti... Tiene que ser odiada sí o sí... Y lo del perro era imprescindible xDDDDDDDDDDDDDDDDDD

      Seeeep, Aomine... >.< aRf.

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  3. Que bien. así a cualquiera le gusta ir a clase... jajaja
    Sí, aquí sigo, poniéndome al día con tu historia, como prometí. Poco a poco para que me dure más... jajaja
    Oh, es la primera vez que se ven... pero no lo última... jajaja :D

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    1. Jajajaja, sí, no veas...

      Me parece bien ò.ó

      Es to' cuki la reacción de Hiyori <3

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